Surgido en torno al Santuario, el Movimiento de Schoenstatt propició desde sus inicios el cultivo de la espiritualidad laical. En nuestro país se calcula que unas 30.000 personas en xx diócesis participan de las agrupaciones y acciones apostólicas que integran Schoenstatt. Matrimonios, jóvenes secundarios y universitarios, madres, profesionales, varones adultos… todos tienen su espacio. 

La actividad de las agrupaciones convive con diferentes apostolados: acompañamiento de enfermos en hospitales, grupos de oración, misiones pastorales y espacios abiertos de formación orientados al desarrollo personal.

A esto se suman alrededor de doscientas acciones sociales de la más diversa índole que llevan adelante, de manera particular, personas o grupos inspirados en el carisma apostólico del Movimiento. Colegios, centros de promoción humana, casas-albergues para niños, e, incluso, un hogar destinado a chicos discapacitados en situación de abandono son algunos de los proyectos surgidos a la luz del Santuario. 

Instituciones de prestigio como el Centro Pedagógico Padre Kentenich y la Comisión de Bioética Padre José Kentenich brindan importantes servicios a la comunidad.

Todo esto sin olvidar la acción pastoral que muchos integrantes del Movimiento desarrollan en sus comunidades acompañando a párrocos, sacerdotes y autoridades diocesanas.